La Exposición

Los colores del Sol: la luz de Fátima en el mundo contemporáneo
Exposición temporal evocativa de la aparición de octubre de 1917
En el año del Centenario de las Apariciones de Fátima

Tomando como materia histórica el día 13 de octubre de 1917 y los relatos directos e indirectos sobre el Milagro del Sol que más de 70.000 personas afirman haber experimentado, la exposición pretende recrear, a través de varios mecanismos sensoriales vinculados a piezas artísticas antiguas y contemporáneas, escenarios relacionados con el paisaje del día de la última aparición de la Virgen María en Fátima. A partir de esta memoria, el visitante tomará conciencia de que el Milagro del Sol no fue el momento de clausura de la historia de las apariciones, si no el día inicial de una historia en la que el peregrino pasa a ser el verdadero protagonista.
Partiendo de la metáfora del Milagro del Sol, la exposición se inicia con algunas piezas relacionadas con el paisaje filosófico que en el mundo contemporáneo defiende la tesis de que “Dios yace apartado de la humanidad” (núcleo I: “El eclipse del Sol”) y se desenvuelve en los núcleos segundo, tercero y cuarto a partir de la reflexión que el catolicismo viene subrayando acerca del papel de la figura de la Madre de Dios como mujer especialmente atenta a los acontecimientos de la historia humana: así, las piezas antiguas que figuran en el discurso imaginista de la aparición de octubre son presentadas bajo el título “La Luna preside la noche: los discursos y las figuras de los cielos de Fátima”; y, los objetos artísticos ligados a la narrativa del mensaje de Fátima son expuestos bajo la fórmula “El brillo de la Luna manifiesta la luz del Sol: en Fátima, María presenta a Cristo”; y, la síntesis simbólica cordial es expuesta a partir de “La forma de la Luna: el sintético lenguaje del corazón”.
La exposición dedica una gran parte de su área a la memoria del lugar que, a partir de 1917, se diseña en Cova de Iria, espacio marcado por construcciones arquitectónicas que, a lo largo de 100 años, configuran el paisaje-escenario de la experiencia de la fe (núcleos V y VI: “La luz configura el lugar: el Santuario como perímetro para todas las periferias”; “Una constelación de astros: la experiencia de Fátima como ardiente resplendor”).
Después de contemplar los objetos que forman parte de los tesoros artísticos del Santuario de Fátima, se lleva al visitante a enfrentarse a sí mismo, a partir de la consciencia de que la habitación de Dios en la historia humana depende del lugar íntimo (=sagrario) que cada individuo destina a Dios. El gran sagrario histórico con el que termina la exposición – núcleo VII: “El astro que no tiene ocaso: el ser humano, lugar íntimo (=sagrario) de Dios”-, en el cual se presenta la figuración de Cristo Resucitado, es apenas un símbolo de cada sagrario humano, donde Dios, en potencia, puede habitar.
Inaugurada en el año jubilar del Centenario de las Apariciones, la exposición “Los colores del Sol” es la más ambiciosa que el Santuario de Fátima ha promovido y cuenta con piezas cedidas, en régimen de préstamo, por coleccionistas particulares y por instituciones eclesiales (parroquias, museos diocesanos, seminarios y otras comunidades religiosas) y del mundo civil, entre las cuales están el Museo de la Fundación Calouste Gulbenkian y el Núcleo de Documentación y Archivo de la Dirección de Servicios de Documentación, Comunicación y Relaciones Públicas del Ministerio de Economía. A través del lenguaje de la museología, obras de arte y otros testimonios materiales de diferentes épocas históricas dialogan en orden a un discurso que llevará a interpretar el papel de Fátima en el mundo contemporáneo.

Marco Daniel Duarte
Comisario de la Exposición